La cocina extremeña está llena de platos con nombres imposibles, brutales y sorprendentes. Y si la gastronomía es una parte indispensable de la cultura de la humanidad, la cocina extremeña es cultura en sí misma. Esta receta, adaptada a las técnicas actuales, estaba escondida en la memoria de mi tía Aurora y mi padre, entre los dos fueron capaces de acordarse de la ejecución del plato. Me fascina ir recuperando poco a poco parte de esa cultura que de otra forma, igual, con el tiempo se perdería.
Lavar y secar la panceta.
Lavar, secar y despepitar los pimientos.
Pelar la cebolla.
Colocar en una cazuela la panceta, el pimiento rojo, el verde, la cebolla, un chorrito de AOVE, agua y sal. Llevar al punto de ebullición, bajar el fuego al mínimo, tapar la cazuela y cocer dos horas o hasta que la panceta esté tierna.
Retirar del líquido de cocción la panceta con cuidado para que no se deforme, la cebolla y los pimientos y escurrir bien. Secar el exceso de agua que puedan contener.
Cortar la panceta en dados gruesos. En una sartén poner un chorrito de AOVE y añadir la panceta hasta que se dore por todos los lados. Tapar la sartén con una tapadera para evitar que salte el aceite. También se puede hornear 10 minutos a 200º.
Retirar la piel de los pimientos y saltear su carne en una sartén con un poco de AOVE. Triturar junto con el chorrito de nata, un poco de sal y pimienta hasta conseguir una salsa espesa. Reservar.
Partir la cebolla en dos y sacar las diferentes capas, secar la humedad que pueda tener con papel de cocina. Saltear en una sartén con un poco de AOVE, añadir el azúcar moreno y dejar que se derrita, echar el chorrito de crema de vinagre y dejar que se dore el conjunto.
Sacar los dados de panceta ya dorados sobre papel absorbente. Disponer los trozos en un plato, acompañar de la crema de pimientos y la cebolla caramelizada.
Instrucciones
Lavar y secar la panceta.
Lavar, secar y despepitar los pimientos.
Pelar la cebolla.
Colocar en una cazuela la panceta, el pimiento rojo, el verde, la cebolla, un chorrito de AOVE, agua y sal. Llevar al punto de ebullición, bajar el fuego al mínimo, tapar la cazuela y cocer dos horas o hasta que la panceta esté tierna.
Retirar del líquido de cocción la panceta con cuidado para que no se deforme, la cebolla y los pimientos y escurrir bien. Secar el exceso de agua que puedan contener.
Cortar la panceta en dados gruesos. En una sartén poner un chorrito de AOVE y añadir la panceta hasta que se dore por todos los lados. Tapar la sartén con una tapadera para evitar que salte el aceite. También se puede hornear 10 minutos a 200º.
Retirar la piel de los pimientos y saltear su carne en una sartén con un poco de AOVE. Triturar junto con el chorrito de nata, un poco de sal y pimienta hasta conseguir una salsa espesa. Reservar.
Partir la cebolla en dos y sacar las diferentes capas, secar la humedad que pueda tener con papel de cocina. Saltear en una sartén con un poco de AOVE, añadir el azúcar moreno y dejar que se derrita, echar el chorrito de crema de vinagre y dejar que se dore el conjunto.
Sacar los dados de panceta ya dorados sobre papel absorbente. Disponer los trozos en un plato, acompañar de la crema de pimientos y la cebolla caramelizada.
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