La elaboración de este plato es muy sencilla, sólo se necesitan ingredientes de primera calidad y un poco de tiempo. Si lo preparas con antelación gana mucho, mejor cocinarlo de un día para otro para que se tomen bien los sabores, por eso es una buena opción si tienes invitados, sin complicarte sólo tienes que calentar y listo. Acompáñalo con una buena ensalada y patatas fritas recién hechas. Seguro que triunfas.
Limpiar y trocear el cabrito en trozos pequeños y regulares.
Pelar los ajos.
Medir y pesar los ingredientes.
En una cazuela con un chorrito de AOVE saltear los ajos hasta que estén dorados.
En ese mismo aceite freír el hígado. Sacar y reservar.
En la misma cazuela rehogar el cabrito en tandas pequeñas. Añadir más AOVE si fuera necesario.
Espolvorear el pimentón encima de la carne y remover con una cuchara de madera para que se impregne bien y se reparta de manera uniforme, pero con cuidado que no se queme. Sazonar con sal y pimienta.
Incorporar la hoja de laurel. Añadir el vino blanco y dejar reducir cinco minutos a fuego medio. Bajar el fuego e incorporar el agua, que no llegue a cubrir el cabrito. Dejar cocinar a fuego bajo durante 50 minutos.
Hacer un majado en un mortero con los dientes de ajo y el hígado fritos. Agregar a la cazuela y terminar de cocinar hasta que espese la salsa.
Servir caliente.
Como guarnición he puesto unas patatas avellana, unas bolitas de zanahoria cocidas y unos brotes tiernos.
Instrucciones
Limpiar y trocear el cabrito en trozos pequeños y regulares.
Pelar los ajos.
Medir y pesar los ingredientes.
En una cazuela con un chorrito de AOVE saltear los ajos hasta que estén dorados.
En ese mismo aceite freír el hígado. Sacar y reservar.
En la misma cazuela rehogar el cabrito en tandas pequeñas. Añadir más AOVE si fuera necesario.
Espolvorear el pimentón encima de la carne y remover con una cuchara de madera para que se impregne bien y se reparta de manera uniforme, pero con cuidado que no se queme. Sazonar con sal y pimienta.
Incorporar la hoja de laurel. Añadir el vino blanco y dejar reducir cinco minutos a fuego medio. Bajar el fuego e incorporar el agua, que no llegue a cubrir el cabrito. Dejar cocinar a fuego bajo durante 50 minutos.
Hacer un majado en un mortero con los dientes de ajo y el hígado fritos. Agregar a la cazuela y terminar de cocinar hasta que espese la salsa.
Servir caliente.
Como guarnición he puesto unas patatas avellana, unas bolitas de zanahoria cocidas y unos brotes tiernos.
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